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Retos y oportunidades para la oratoria ante el “boom” de las videoconferencias

01 mayo, 2020

Lunes, 4 de mayo de 2020. 9:00 AM

  • 10:00 Videoconferencia semanal con el equipo.
  • 12:00 Videoconferencia unidad de área.
  • 13:00 Formación online con RR.HH.
  • 14:00 Descanso
  • 15:00 Café virtual con ex compañeros.
  • 16:00 Formación virtual al equipo de la Zona Norte.
  • 17:00 Clase de inglés por Skype
  • 18:30 Clase de Yoga online
  • 20:00 Videollamada familiar
  • 21:00 Cena y Netflix

Ésta podría ser la agenda del próximo lunes para muchos profesionales 50 días después de que el confinamiento se anclara en nuestras vidas. Una agenda que nos desvela con absoluta rotundidad que las herramientas y canales digitales han sido el bálsamo para la (su) pervivencia en el ámbito profesional, educativo y, también, social. Sabíamos de la existencia de Skype, pero lo usábamos de Pascuas a Ramos. Hoy no nos imaginamos prescindiendo de Zoom o de cualquier otra herramienta de videollamada con la que teletrabajar, mantenernos activos y conectados al mundo “exterior” y seguir formándoos en este inmenso mar de incertidumbre que ha provocado un microorganismo venido de muy lejos.

El impacto de esta crisis ha sido tan repentino y profundo que el entorno empresarial ha cambiado para siempre. Al igual que hace décadas los centros comerciales tambalearon los cimientos del comercio tradicional y, después, el e-commerce hizo lo mismo para ambos modelos de negocio, los profesionales debemos aceptar hoy, mejor que mañana, que ahora más que nunca es imprescindible estar online para no dejar de estar offline. Y que volveremos a la “normalidad”, pero con las huellas que este periodo inaudito nos haya dejado.

Una de esas «huellas» es el hecho de que la habilidad de hablar en público se ha vuelto aún más esencial si cabe, porque en un espacio de tiempo muy corto, apenas unas semanas, las herramientas de videoconferencia y los vídeos y directos en redes sociales se han convertido en el principal medio con el que mantener activa la relación con clientes, empleados, alumnos o cualquier otro público de interés.

Un nuevo paradigma para la oratoria

En este punto es donde nos preguntamos ¿qué cambios supone para la oratoria tal y como la conocíamos que todo gire ahora en torno a una videoconferencia? ¿Qué se le exige al orador en el medio online? Y, sobre todo, ¿qué oportunidades y retos presenta este formato frente al tradicional esquema de hablar en público de manera presencial?

Para Victoria Valbuena, Especialista en captación de inversiones y en promoción de talento, ponente y asistente “virtual” en las últimas semanas, en este nuevo escenario resulta fundamental planificar minuciosamente todos los aspectos, tanto los logísticos como las técnicas clásicas de la oratoria a emplear, apelando al “sentido común” de la misma manera que veníamos haciendo para una entorno presencial. Es decir, adaptando los medios al fin y no al revés.

De la misma manera opina David Abril, Director de Proyectos en Intdea, Presidente de AJE León y Profesor de la Universidad de León, quien desde que se declaró el primer estado de alarma ha mantenido sus clases universitarias a través de Zoom, además de participar en numerosos encuentros digitales institucionales. David considera que ahora “aplican las mismas reglas y bases que en la oratoria tradicional” solo que, desde su punto de vista, la tecnología contribuye a resaltar la calidad de un ponente, pero también “exige una adecuada preparación al formato en sí y a la herramienta en concreto a utilizar”.

Tanto Victoria como David han aportado su experiencia y visión empresarial para ayudarnos a definir, a día de hoy, cuáles son las oportunidades y los retos que esta oratoria virtual impuesta implican para el entorno empresarial. Los desvelamos a continuación:

Oportunidades

ACCESIBILIDAD

Cualquier profesional, desde su casa, con tan solo disponer de la tecnología necesaria, puede impartir una charla, una formación, una ponencia y, con los mismos medios, ser asistente. Aprender a manejar estas herramientas requiere poco tiempo

FLEXIBILIDAD

El tiempo y la ubicación juegan a favor del orador, pero también de las personas que se asisten a una sesión de este tipo, porque pueden elegir entre diferentes dispositivos móviles para conectarse y hacerlo allí donde se encuentren.

DISPONIBILIDAD

Ya no es preciso trasladarse en persona a un sitio a una hora concreta y estar 100% centrado en ello. Ahora es posible asistir a una formación online mientras realizas otras tareas, o verla en otro momento si está disponible en la Red.

UNIVERSALIDAD

Cualquier persona, desde cualquier lugar del mundo, puede acceder a una formación o conferencia que haya sido realizada de manera virtual, grabada y alojada en una web. Y verla, repasarla, analizarla o tomar notas tantas veces quiera.

VIRALIDAD

La posibilidad de compartir por redes sociales, incluido Whatsapp, sesiones online como las que se están realizando estos días multiplica el alcance de la audiencia a la que es posible llegar. Ya no hay límites.

RECURSOS

Proyectar una presentación en Power Point o un vídeo, recursos habituales en las ponencias tradicionales, funcionan correctamente en el formato online. Y exigen un plus de creatividad y diseño gráfico que puede marcar la diferencia.

Retos

CONOCIMIENTO TÉCNICO

Aunque intuitivas, el orador debe dominar perfectamente la plataforma tecnológica a utilizar para minimizar fallos técnicos y agilizar la sesión. También, sentirse cómodo con auriculares que aseguren una correcta calidad de sonido y audio.

Y no olvidar aspectos como la iluminación de su cámara, especialmente si la ponencia tiene lugar en las primeras o en las últimas horas del día, donde la luz es más cambiante.

DURACIÓN

La premisa de “máximo una hora” es la recomendada para mantener la atención de los asistentes teniendo en cuenta la rigidez que el formato online exige en cuanto a movilidad del ponente y de los asistentes.

Para sesiones de mayor duración se hace imprescindible realizar pausas. Pero sin olvidar que todos los asistentes, incluido el orador, deben desactivar sus micrófonos y cámaras y recordar volver a activarlos al reanudar la sesión.

ATENCIÓN

Captar y mantener el interés es un gran desafío en una sesión online, porque tanto el ponente como la audiencia pueden distraerse por otros estímulos (interrupciones de familiares, llamadas, whatsapps…).

Además, la conexión emocional que se produce en un acto presencial queda anulada en este formato, porque no se establece contacto visual y se pierde el gran valor de la comunicación no verbal.

IMAGEN PERSONAL

¿Cuál es el código de vestimenta para  una ponencia online? En teoría, más informal que si fuera a ser presencial. Pero informal no significa ropa “de andar por casa”. Hay que encontrar un estilo personal correcto, en el que predominen colores neutros, evitando estampados y complementos como collares o pendientes que afecten al audio.

DINAMIZACIÓN

A la hora de planificar una sesión cuya duración exceda los 30 minutos, es recomendable contar con el papel de un “anfitrión”, con uno o más ponentes, además de preparar dinámicas que permitan algún tipo de interacción con los asistentes para que no resulte tedioso y se pierda la atención de la audiencia.

SILENCIOS

El silencio en oratoria es una técnica muy desconocida y poco usada, pero muy útil. Sin embargo, en el formato virtual actúa como un «enemigo» cuando se producen «silencios incómodos» debido a interrupciones por fallos tecnológicos o por las esperas necesarias para escribir y leer lo escrito si se opta por dinamizar a través de los chats.

ENCUADRE

Ponentes y asistentes deben ser conscientes que lo que se muestra a través de sus cámaras web revela mucha información. Si se usa habitualmente este formato, hay que encontrar y/o decorar un fondo acorde a las circunstancias.

RECHAZO

El rechazo que lo nuevo, lo desconocido, el uso de la tecnología y el cambio, en general, pueden producir, es una barrera a tener en cuenta y que limita llegar a determinadas audiencias no habituadas a la tecnología.

PRIVACIDAD

La seguridad de determinadas plataformas de videoconferencia ha sido puesta en entredicho en las últimas semanas. Para que este modelo de comunicación se consolide, será necesario un marco de ciberseguridad fiable.

Conclusiones

Tras analizar los puntos anteriormente comentados extraemos como conclusiones:

  • Para un profesional o empresa, de cualquier sector, aprovechar las posibilidades que ofrecen las plataformas de comunicación como Zoom, Skype o Hangouts, suponen ventajas tales como ampliar la red de contactos, llegar a muchos más potenciales clientes, o mantener una relación cercana con sus empleados para, en definitiva, reforzar su imagen personal y corporativa.
  • Los retos más relevantes en estos momentos se dividen en dos tipos: aquellos que dependen intrínsecamente de quien apuesta por dar una ponencia o formación online, como son el conocimiento de la tecnología, asegurar una óptima dinamización de la sesión y ser capaz de captar el interés de su audiencia; y los que son externos al ponente, como la privacidad y protección de datos y la falta de conexión emocional que para muchas personas puede suponer, incluso, rechazo por este tipo de formatos.
  • Las técnicas clásicas de la oratoria, entre ellas adecuar la temática a la audiencia, elaborar mensajes persuasivos o controlar el miedo escénico, deben seguir siendo la máxima prioridad del orador. Porque el formato online no resta dificultad a la la habilidad de seducir con el arte de la palabra.

En definitiva, los recursos tecnológicos han supuesto una solución para la continuidad de muchos sectores y un impulso para que autónomos y Pymes, especialmente, hayan dado el salto a un nuevo marco de comunicación con sus principales públicos de interés. Y en este nuevo panorama seguirá siendo vital la formación en hablar en público y en otras habilidades profesionales que tengan como principal foco a las personas.

 

Larga vida a la oratoria presencial. Bienvenida, oratoria online

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